A todas las madres, muchas felicidades.
Puede que días como este presenten cierto tufillo comercial, no lo sé. Ni me importa. Pero, sin duda, lo merecéis…. la felicitación, no el tufillo… claro.
Las madres sois especiales. Además de felicitaros, hay que daros la enhorabuena. Enhorabuena por todo lo que hacéis, por cómo lo hacéis, por el propósito para lo que lo hacéis… y por cómo utilizáis vuestros superpoderes.
Así sois las madres, seres de una eficiencia descomunal, de una paciencia envidiable y de un amor infinito.
Y por todo ello, me pregunto, ¿cómo sería vuestra vida con GTD®?